Ahí estás sentado, feliz en casa. Tus películas favoritas están en tu pantalla 4K y el sonido cinematográfico de tu sistema de teatro en casa llena todos los rincones de la habitación. Hace una década, esto podría no haber sido posible. Para otros, podría ser la próxima posibilidad.
No sólo los servicios digitales de streaming, las películas a la carta y los populares programas por cable han llegado a rivalizar con las grandes superproducciones de Hollywood, sino que la posibilidad de disfrutar de tus películas favoritas en casa es cada vez más asequible y gratificante. De hecho, la experiencia en casa puede ser incluso mejor que una noche en el cine.
- El costo. Esta es una obviedad. Preparar tentempiés especiales, disfrutar de tus bebidas favoritas y no gastar gasolina para ir al cine, y te habrás ahorrado un montón de dinero que podrás emplear en otras cosas. ¿Quizá una mejora de tu equipo de sonido, o la compra de la propia película?
- Conveniencia/Comodidad/Control. Ah, sí, las tres C. Sopesemos los hechos. En casa, puedes levantarte de la cama, entrar en el salón y ya estás listo para ver una película. O puedes ducharte, vestirte y conducir hasta el cine. No sé a ti, pero estar en pijama o en bata me parece una opción mucho más atractiva. También puedes controlar las películas y series que ves en casa, al contrario que en el cine, donde estás a merced de los horarios y el tráfico. No hay nada como la comodidad de ver lo que quieras cuando quieras.
- Ruido/calidad del sonido. Ahórrate el dolor de cabeza y la tensión alta controlando no sólo lo que ve, sino también el entorno en el que lo hace. Quedarse en casa permite evitar a los espectadores maleducados que nunca aprendieron a comportarse en público. Además, en casa se puedes conseguir un sonido mejor, sobre todo si se calibra el sistema para que funcione de forma óptima. Compáralo con una sala de cine que puede o no tener altavoces de calidad o la capacidad de ejecutar el tipo de configuración que exige la película, con presencia y graves suficientes para hacer retumbar su asiento. Un sistema de sonido envolvente estándar de 5.1 canales en casa puede rivalizar fácilmente (o incluso superar) al de muchas salas de cine.
- Más opciones. Claro que es posible ver más de una película en una sala de cine (aunque es caro), pero estás limitado a las películas que se proyectan en el lugar y a la necesidad de coordinar cuidadosamente los horarios de proyección. Pero si te quedas en casa, tienes a tu disposición un contenido casi infinito, que puedes ver cuando te convenga, con el botón de pausa que te asegura tiempo suficiente para ir al baño y cosas por el estilo. Hay Blu-ray, DVD y contenidos comprados en streaming, así como paquetes de cable que ofrecen una amplia gama de programas de televisión que no se pueden encontrar en ningún cine. Cuando se trata de la cantidad de opciones disponibles para cada hogar, realmente no hay comparación.
- Limpieza. Que levante la mano: ¿A quién le gustan los suelos pegajosos y los asientos sucios? Claro, muchos establecimientos se han modernizado con sillones reclinables, pero eso no es más que otra forma de ensuciar. Mucho mejor quedarse en casa, donde se tiene un control total sobre la higiene.
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