A veces las tareas cotidianas más sencillas, como martillar clavos, pueden resultar las más complejas. Es probable que al menos una vez en tu vida, hayas decorado tu piso y te hayas hecho daño en un dedo al intentar clavar un clavo en la pared; o quizás no hayas conseguido que se quede en su sitio y bien encajado a la pared. Martillar clavos parece una tarea fácil, pero tiene sus trucos. Recuerda que para que martillar tienes que utilizar las herramientas correctas y en buen estado. Consigue herramientas adecuadas en la ferretería.
LO QUE DEBES SABER
-Utilizando un taladro de percusión, perfore un agujero e inserte un clavo de anclaje en ese agujero; golpee el clavo en su lugar con un martillo estándar.
-Clava un clavo de albañilería resistente en el hormigón golpeándolo repetidamente con un martillo de picado; golpea con cuidado y directamente para evitar doblar el clavo.
-Por seguridad, ponte una mascarilla y gafas de seguridad y sujeta suavemente los clavos de albañilería en la pared antes de empezar a martillear con toda la fuerza.
Cómo martillar un clavo sin doblarlo
Uno de los primeros problemas que surgen al martillar clavos es que, si son muy finos, se doblan o no entran bien en la pared. Si quieres que el clavo se deslice suavemente dentro de la pared, un excelente truco es humedecerlo con un poco de aceite de oliva o pasarlo por una pastilla de jabón.
Cómo martillar un clavo sin hacerse daño en los dedos
A la hora de clavar clavos, un problema típico que experimentamos es el de lastimarnos los dedos al martillarlos sin querer. Para evitar que esto te ocurra, hay un par de trucos útiles que puedes utilizar.
El primer truco es conseguir un peine de plástico largo, de los que suelen utilizar los hombres, y colocar el clavo entre algunas de sus cerdas. El peine permitirá que se mantenga en su sitio para que puedas clavar el clavo en la pared sin tener que acercar los dedos, evitando así hacerte daño.
Cómo martillar un clavo sin dañar la pared
Además de estas recomendaciones para martillar un clavo sin doblarlo y sin dañar los dedos, también hay que tener en cuenta cómo sujetar correctamente el martillo. Cuanto más lejos de la cabeza sujetes el martillo, más preciso será el golpe. Eso permitirá que el clavo entre con más precisión en el punto donde quieres que vaya. Téngalo en cuenta y obtendrá mejores resultados a la hora de clavar clavos en una pared.
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