Aprende a organizar el congelador

¿Alguna vez has tenido uno de esos momentos tan dolorosos en los que abres el congelador y algún objeto pesado e inidentificable sale disparado y cae sobre tu dedo del pie? Es brutal. Sé que soy culpable de tirar cosas allí donde encuentro espacio. Luego, las cosas se caen a lo loco o me toca disfrutar de la frustrante experiencia de tratar de escarbar y desenterrar algo más tarde.

En cambio, ver un congelador organizado siempre me pone de buen humor: las cosas están bien empaquetadas para que duren más y no se desperdicien, y sé exactamente dónde está todo. Estos son mis consejos para organizar el congelador que puedes poner en práctica hoy mismo. Espero que estés tan contento como yo con los resultados.

Conoce lo que realmente se puede congelar

Aunque me gustaría que todos los alimentos pudieran congelarse, algunos no sobreviven bien al proceso de congelación. Las frutas y verduras con alto contenido de humedad (como la lechuga y la sandía), los productos lácteos (como el yogur) y los alimentos fritos son ejemplos de cosas que es mejor mantener fuera del congelador.

Los siguientes son buenos candidatos para la congelación: tortitas, gofres, frutos secos, bayas, magdalenas, caldos, carnes, pescados, gambas, chiles y guisos. Es más probable que quieras comer alimentos que sobreviven intactos al proceso de congelación.

Congela en porciones utilizables

Puede resultar tentador meter todo el paquete de piezas de pollo directamente en el congelador, pero te arrepentirás de este atajo más adelante, cuando solo necesites unas pocas piezas y todo sea una masa congelada.

En su lugar, tómate el tiempo de dividir los ingredientes en porciones utilizables, como ocho trozos de pollo o media libra de carne picada, y congela cada porción en un recipiente o bolsa de congelación independiente. De este modo, sólo tendrás que sacar lo que necesites y descongelar la cantidad adecuada.

Otra opción es congelar las cosas en piezas individuales primero, y luego consolidar las piezas congeladas en una bolsa o recipiente. De este modo, los trozos no se pegan entre sí y puedes coger el número exacto de piezas que necesitas.

Congela las cosas en plano

En la medida de lo posible, congela las cosas en plano. Pon los restos de chile en una bolsa de congelación, ciérrala y ponla plana en el congelador hasta que se congele. Las cosas planas de un grosor uniforme son más fáciles de apilar u organizar en posición vertical en un recipiente.

Elige los recipientes adecuados

El aire que circula alrededor de los alimentos congelados puede provocar quemaduras por congelación, así que lo mejor es encontrar un recipiente lo más parecido posible al tamaño de lo que quieres congelar.

Si utilizas bolsas de plástico, asegúrate de usar las más gruesas para el congelador y presiona todo el aire posible antes de congelar. Si utilizas papel de aluminio, asegúrate de que los alimentos estén bien envueltos. De este modo, aprovechas al máximo el espacio del congelador y evitas que entre aire.

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